PALMERAS Y FRUTAS El menú de la región litoraleña, más al sur y con un ecosistema ya diferente, se enriquece con la original propuesta de Colón, en Entre Ríos, otra tierra predilecta de la inmigración gringa. Las palmeras yatay cubrían grandes extensiones de las cuchillas de la región, a orillas del río Uruguay, pero con la intensificación de la agricultura su espacio se fue reduciendo hasta quedar prácticamente arrinconada en el Parque Nacional El Palmar. Antes de la llegada de los españoles, los pueblos autóctonos de la región consumían los frutos de aquellas palmeras y también preparaban infusiones con la semilla, como si fuera un café. La palmera yatay florece en noviembre y su fruta llega a maduración a fines del verano, entre febrero y marzo: el resto del año se puede conseguir procesada en jaleas, bombones, licores o té, en las tiendas de regionales de Colón y áreas aledañas. El fruto de la palmera yatay le da un toque autóctono a la rica gastronomía traída por los inmigrantes. Cada vez más, los restaurantes locales integran el fruto de la palmera en sus platos y lo combinan con los demás productos de la zona: quesos, nueces de pecán, fiambres y pescados de río.